Lejos de negar o denigrar lo digital, ya que lo valoro, lo uso y reconozco que es parte de este momento presente, este mes elegí como tema de la carta: la presencia.
Quizás la fuerza de lo digital en estos últimos tiempos hace que la presencialidad hoy tenga otro sabor. Escribir a mano, mandar una carta por correo postal, leer un libro en papel, reencontrarse con personas que queremos, dedicarle más tiempo a cocinar algo diferente o nuevo, mirar a alguien a los ojos, escuchar tu respiración.
Creo que en un mundo donde lo digital invade casi todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana volver a lo presencial es un acto revolucionario.
Esta edición viene con una propuesta especial al final. ¡Espero verte ahí! Pero antes te comparto 5 cosas que me resonaron con este tema y nos pueden invitar a seguir pensando qué actos revolucionarios de presencialidad nos permitimos en nuestra vida cotidiana.
1. En qué tiempos nacieron las historias
Hernán Casiari escribió un cuento que se llama “El celular de Hansel y Gretel” y lo lee acá. Lo escuché varias veces y no deja de sorprenderme la cadena de escenarios que, a modo de juego, podemos imaginar si no existiera la tecnología que tenemos hoy. Sin embargo, en esta carta me quedo pensando en el acto de jugar e imaginar historias.
Hace un tiempo vengo reflexionando sobre el uso de la inteligencia artificial y creo que estamos viviendo un tiempo de transición hacia algo muy diferente al mundo en el que nacimos, ese que existía cuando jugábamos e imaginábamos historias. Por eso, me pareció que este cuento puede ser un disparador para retomar esos mundos sin celulares o robots que parecieran saber mejor que uno cómo expresar ciertas cosas. Entonces, jugar y probar, antes de preguntar: ¿me podrías transformar esto en una historia atractiva para mi público?
¿Qué pensás del cuento? ¿Qué te invita a reflexionar? Podemos seguir charlando sobre esto, para mí es un placer.